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El laboratorio de ensayos de JALAS, un entorno extremadamente duro para el calzado de trabajo

En Jokipii, un pueblo de Jalasjärvi (Finlandia), un moderno laboratorio lleno de equipos de ensayo mecánico y ambiental somete a duras pruebas los nuevos materiales para fabricar calzado de seguridad. Los materiales del calzado se golpean, pinchan, tiran e incluso se doblan repetidamente a −20 °C. Nuestros investigadores exploran los límites de los materiales que empleamos en el calzado de seguridad JALAS.

“Nuestro laboratorio de Jokipii cuenta con diez máquinas y podemos hacer 14 ensayos diferentes”, afirma Juho Järvinen, Product Line Director, Departamento de Calzado de Ejendals. “Luego, complementamos los resultados de las máquinas con las pruebas de usuario. Aunque se puede probar la característica anti-deslizante en un laboratorio, en el hielo resbaladizo es donde realmente se pone a prueba la eficacia del material”.

Un laboratorio con muchos propósitos

Como Ejendals fabrica su propio calzado de seguridad JALAS en la empresa, el laboratorio de Jokipii lleva a cabo numerosos ensayos continuos para garantizar la calidad de la producción. El laboratorio también desempeña un papel fundamental en el desarrollo de productos, en consonancia con los objetivos de seguridad, ergonomía y sostenibilidad de Ejendals.

Explore la gama JALAS de calzado de seguridad y calzado de trabajo

Juho Järvinen

Product Line Director, Departamento de Calzado de Ejendals

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JALAS ® TIO, inspirado en los colores y texturas de las zapatillas deportivas

“En el caso de nuestro último producto, JALAS ® TIO, desarrollamos una tecnología completamente nueva en el mercado”, dice Juho. “Nuestro laboratorio tenía que someter a ensayo y verificar las ofertas, desde la idea hasta el producto terminado”.

“Queríamos un material ergonómico y suave con diseño deportivo”, afirma Juho. “Reunimos una gran selección de materiales que posteriormente sometimos a diferentes ensayos mecánicos y ambientales. Hicimos ensayos de marcha que imitaban los movimientos de un pie, así como ensayos de flexión que representaban la fuerza que aplican nuestros pies a la suela del zapato cuando caminamos. Después de los ensayos, nos quedaban algunos materiales que cumplían con todos nuestros requisitos de seguridad, durabilidad y ergonomía. Luego, hicimos prototipos del nuevo calzado de seguridad que, a su vez, se sometió a ensayo en nuestro laboratorio”.

Más información sobre la gama de calzado de seguridad JALAS ® TIO

El calzado de seguridad no dura 20 años

El laboratorio también se utiliza para tratar las quejas de los clientes. “Es importante entender cómo se ven afectados y cómo funcionan los materiales de los zapatos en distintos entornos”, comenta Juho. “En el laboratorio, podemos intentar replicar la experiencia de un usuario y ver qué nos dicen los datos”. 

“Hacemos un riguroso seguimiento de todas las quejas de los clientes. Una anécdota: hace unos años, un cliente nos escribió en relación con su calzado de seguridad. Como trabajo aquí y no reconocí el modelo, pregunté la antigüedad de los zapatos: tenían 20 años”, Juho se ríe y señala que es importante tener expectativas razonables con respecto al calzado de seguridad y de trabajo.

Incluso si un fabricante de calzado de seguridad realiza ensayos de ciclo de vida, es difícil poner una “fecha de caducidad” en los zapatos, ya que depende del entorno en el que se usen.

“La regla básica es: si se rompe alguna parte del zapato, hay que sustituirlo”, explica Juho. “Lo mismo se aplica si se deja caer algo pesado sobre un zapato de seguridad con protección en la puntera. Se puede comparar con los cascos de moto: deben sustituirse cuando reciben un golpe, ya que su funcionalidad y protección se verán afectadas”.

“Cuando se trabaja en un entorno limpio, no es tan fácil determinar cuándo se debe sustituir el calzado de trabajo”, señala Juho. “Hay que escuchar al cuerpo: si nos duelen las rodillas y la espalda, podría deberse a que los zapatos se han vuelto rígidos. Por lo general, recomendamos cambiar de calzado de trabajo cada año. Pero si los zapatos están expuestos al desgaste, puede que deban cambiarse al cabo de seis meses”, concluye Juho.

Acerca de la certificación del calzado de trabajo y de seguridad

Todos los zapatos están certificados de acuerdo con la norma correspondiente al ámbito de uso. Para conseguir la certificación, el calzado tiene que pasar 40 ensayos como mínimo. Un instituto independiente se encarga de llevar a cabo esta certificación. A veces las normas cambian y las máquinas deben adaptarse en consecuencia. Las certificaciones varían según los mercados geográficos.
Conozca las normas EN relativas al calzado de seguridad

Ejemplo de ensayos realizados en el laboratorio de JALAS en Jokipii:

  • Ensayos de abrasión Martindale: para probar la resistencia a la abrasión de los materiales.
  • Resistencia a la flexión de la suela: para probar la resistencia a la flexión de las suelas. 
  • Resistencia al deslizamiento: para probar la resistencia al deslizamiento de las suelas.
  • Resistencia a los impactos: para probar la resistencia a los impactos de las punteras.
  • Ensayo del lastómetro: para probar la resistencia a la tracción de la piel (simula cuánto durará la puntera del zapato).
  • Resistencia al desgarro: para probar la resistencia al desgarro de los materiales.
  • Resistencia a la penetración: para probar la resistencia a la penetración de las suelas intermedias de PTC y acero.
  • Resistencia a la compresión: para probar la resistencia a la compresión de las punteras.
  • Resistencia al agua: para probar la resistencia al agua de todo el zapato.
  • Abrasión de la suela: para probar la resistencia a la abrasión de los materiales de la suela.
  • Resistencia al calor: para probar la resistencia al calor de la suela.
  • Conductividad: para probar la conductividad de los productos.
    Indicador de resistividad: 100 V ±5.
    Placa metálica.
    Bolas metálicas de 4 kg y ∅ 5 mm.

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Infórmese sobre la tecnología de JALAS TIO en estos vídeos